Deliciosas Galletas de Mantequilla: Un Bocado de Felicidad Mantequillosa
Cuando se trata de satisfacer ese antojo de dulce con algo ligero pero indulgentemente mantecoso, nada supera a las galletas de mantequilla caseras. No solo son un regalo celestial recién salido del horno, sino que también hacen regalos considerados y fantásticos acompañantes para tu bebida favorita. Así que, exploremos el mundo de hacer perfectas galletas de mantequilla, que se derriten en la boca, con una receta simple e infalible.
Ingredientes:
- 3 tazas de harina (todo uso)
- 185g de mantequilla (temperatura ambiente)
- 1/4 de taza de leche
- 1 huevo
- 1&1/2 taza de azúcar glas
- 1/4 de cucharadita de sal
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
Método:
1. Preparar la Mezcla Seca:
En un bol amplio, tamiza junta la harina y la sal, asegurando que no haya grumos presentes. Mezcla estos ingredientes secos bien y resérvalos, esperando la incorporación de la mezcla húmeda.
2. Creando la Mezcla Mantecosa:
En otro bol, comienza batiendo la mantequilla y el azúcar glas. Trabaja enérgicamente la mezcla hasta que adopte una consistencia pálida y cremosa, lo que proporciona una base lujosa para nuestras galletas.
3. Agregando los Ingredientes Húmedos:
Añade un huevo, batiendo la mezcla durante 3 minutos adicionales, asegurando que el huevo esté completamente integrado en la mezcla mantecosa. Sigue con la leche y el extracto de vainilla, revolviendo a fondo para mantener una mezcla suave.
4. Incorporación Gradual:
Introduce gradualmente la mezcla de harina que teníamos reservada al batido mantecoso. Asegúrate de mezclarla adecuadamente, evitando que se formen bolsas de harina y obteniendo una masa homogénea para las galletas.
5. Formando las Galletas:
Transfiere tu masa a mangas pasteleras equipadas con boquillas de tu forma deseada. Con habilidad, forma las galletas en una bandeja de horno previamente engrasada y forrada.
6. Refrigeración para la Perfección:
Coloca la bandeja en el refrigerador, permitiendo que las galletas reposen durante al menos 30 minutos. Este paso crucial asegura que las galletas mantengan su delicada forma durante el proceso de horneado, previniendo que se expandan de forma no deseada.
7. Horneando a la Perfección Dorada:
Hornea las galletas refrigeradas en un horno precalentado a 180°C. Vigílalas de cerca, retirándolas una vez que alcancen un hermoso tono dorado, indicativo de una galleta de mantequilla perfectamente horneada.
¡Y ahí lo tienes! Una guía a prueba de fallos para crear tu propio lote de celestiales galletas de mantequilla, prometiendo una sinfonía de sabor y textura con cada bocado. Recuerda, la magia reside en la simplicidad de los ingredientes, permitiendo que la bondad mantecosa brille, complementada por la suave dulzura del azúcar glas y el susurro aromático de la vainilla. ¡Así que ponte a hornear e indulge en los bocados felices de tus galletas de mantequilla caseras!